En el último Congreso del American College of Gastroenterology celebrado a finales del pasado octubre en Filadelfia, se presentaron los resultados de un estudio que avala la conveniencia de la realización de colonoscopias periódicas para prevenir el desarrollo de cáncer de colon en personas con enfermedad inflamatoria intestinal.
Sociedades médicas de diversos países recomiendan la vigilancia mediante colonoscopia en los pacientes a partir de los 8 – 10 años de evolución de la enfermedad y a intervalos de 2 a 3 años, pero estas recomendaciones se hicieron sin una evidencia directa del beneficio. El estudio presentado tiene como objetivo, precisamente, cuantificar el efecto de la colonoscopia como medida de prevención.
En el estudio se analizaron datos de 6. 823 pacientes con Enfermedad de Crohn o Colitis Ulcerosa, y para analizarlos se comparó la incidencia de cáncer de colon en los 2.764 pacientes a los que se práctico colonoscopia con la de los 4.059 a los que no se les realizó durante un periodo seguimiento de tres años.
De los 154 casos de cáncer colorectal, 43 aparecieron en el grupo de personas a los que se les había practicado colonoscopia y 111 en el grupo al que no. Esto representa una incidencia de un 1,6% frente al 2,7% respectivamente. No sólo la incidencia de cáncer, si no la gravedad del mismo en términos de mortalidad fue menor en el grupo de personas a las que se practicó colonoscopia (14% frente al 34%)
A pesar de que en la muestra de personas analizadas, había una proporción mayor de Colitis Ulcerosa entre las que no se les había hecho colonoscopia, tras ajustar estadísticamente por edad, sexo, o tipo de enfermedad, el beneficio de la técnica se mantenía.
